PARÁLISIS
BLOQUEO
AUSENCIA
Qué hay de mí, sino un ay desesperado y absurdo.
La primera parte respecto a la relatividad. Yo.
Mi mundo se mueve a mi alrededor, pero estoy parado. Observo sin más. Veo cómo todo se sucede ante mis ojos. Absorto, extenuado, paciente y reverso.
Se acelera la vida ante mis ojos y permanezco en una ausencia sin sentido, en parálisis completa ante la grandeza que hay a mis ojos.
Inmóvil ante la realidad, puedo verme cauto, respuesta simple a mi inteligencia o puedo verme paralizado, extasiado por la nimiedad de mi ser ante el caso, el peligro, el lobo que me acecha.
Y bien, analicemos.
Cómo he llegado a esto. Paseaba por las calles, mojadas, humedecidas del sudor de un pueblo que no sabe dónde va, a pesar de saber qué quiere. Una consciencia a veces, colectiva.
La verdad se antoja estúpida, y yo permanezco ante las dos ventanas, eligiendo si seguir siendo un adicto de la rutina, segura, o arrancar esta sed de saber que como ya dijimos, está acotado.
Hasta qué punto te vale la lucha, nos vale seguir luchando, que creas que lo has pensado en serio. Pero es mentira. La idea ya se gestaba, cada uno de tus sentidos la apoyaba, colaboraba en su creación, casi inconsciente, pero perpetua con la certeza de que era lo justo.
Luchar. Vivir.
Temer. Frenar.
Agarra. Agarra fuerte la roca. Mantente en silencio.
Apoya una oreja en la almohada y escucha tus latidos. ERES ESO.
El pulso. El juego. El ruego.
La mente que sueña, el sueño que reitera, el verbo que crea. El creador que juega.
Los tropiezos en la oscuridad nos enseñan a caminar. Camino a ciegas, en un valle de luz.
Cada vez me gusta más cómo escribes.
ResponderEliminarPara reflexionar y considerar el estado en el que nos encontramos a veces. Gracias
Gracias a ti Ester, hay sombras porque existe la luz😊. Crear, creer, crecer.
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