Ir al contenido principal

La herida

La herida

Rostros de la muerte

Pasar página





Mi herida es profunda. 
Me hace pensar de dónde viene , porqué se mantiene, a dónde va... Mi herida permanece desde tiempos que no recuerdo. Se crece ante los dardos de cada día. Tiro a tiro, muerte a muerte... 
Y sucede que la herida es cada vez más arraigada y de ella la lava nace y se derrama desde las entrañas a cada roce de brisa, a cada furor epidérmico. Con ella, todo lo he podido, con ella, muero cada día. 

Herida mía, vida mía, comenzaste siendo espina y a pesar de clavarme una y otra, no desapareces, te alimento cada día. De la impotencia a la injusticia, de la injusticia a la sumisión. 
Y no soy reconocido por quedar de brazos cruzados, por tolerar cualquier cosa. Pero ya, amiga mía, tu pesadumbre me agota. Cierto es que sin ti, no sé si soy yo. 
Llevas tanto a mi lado, desarrollándote y floreciendo de tantas formas distintas que, sé que eres parte de mí, al igual que sé que no cabemos en mismo cuerpo y mismo espíritu. 
Por eso me cuestas tanto, porque no sé qué fue primero, si el puñal o tú, triste compañía. 

 ¿Hay heridas nuevas o sólo es la misma, la que duele y aprieta como una primera vez? ¿Se llama miedo, se llama ego, tiene múltiples nombres escondidos tras ella?

Mi herida es profunda, se llama como yo, pues está hecha de mí, a nadie culpo, de nadie es más que mía y con ella, pacto cada día revanchas o le dejo ganar la partida. Aprender a vivir con el dolor de una herida, aprender a subsistir con el pellizco a base de treguas... O sin ellas. 

Saber que existe, saber que tu dolor tiene un origen, reconocer que tú tienes un límite y aferrarte a él, y hacerte más tuyo que nunca.
 
Y saber que las heridas también cuentan hojas del libro de tu vida, y que a veces sólo quieren hacerte saber que están, que estarán, que permanecerán, aunque tú puedas mantenerlas en silencio en cada pase de página.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasiones

PASIONES TANGO FUERZA   “La primera vez que te vi hice un pacto conmigo mismo:  evitaré amarte hasta que no hayas aprendido a amarte a ti misma” Alicia en el país de las maravillas. Las palabras nos sugieren emociones y cuando esas palabras se convierten en acciones, y las emociones nos hacen vibrar, se traduce en pasión. Concentrada la mente, embriagada el alma… El mayor de los gestos por amor, por egoísmo, por ilusión o por rabia, puesto con la máxima intención, lleno de fuerza y de coraje, se escribe con P de pasión. Cuando hablo con adolescentes me refieren nombres de chicos y chicas. A medida que las edades avanzan, comienzan a referir cualquier tipo de cosa que les haga vibrar individualmente; deportes de aventura, artes de cualquier índole, viajes… Y es que la pasión por VIVIR es algo intrínseco. Cierto es que, rodearte de personas motivadoras, potencia aún más la actitud, pero la dosis que mayormente alimenta a la pasión es el amor por aquello que te ilusiona, que te reta, que

Los corazones divididos

CORAZONES SEPARACIÓN ADIÓS MUNDO    En las tardes de Marián, los diablillos jugueteaban por el aire, haciendo bucles imposibles y regodeándose de su escandalosa libertad. Marián los seguía con la mirada mientras su mente se había perdido buscando el porqué del olor del viento. En aquel lugar, entre la playa y el pueblo, la nariz agudizaba su ingenio descubriendo sutiles pinos de mar y el dulce chocolate que nadie entendía de dónde venía. Y mientras, sus dedos al sur, a través de la ventana, señalaban un horizonte verdiblanco imposible, al lado opuesto mezclaba rojos y azules, rellenando de cruces y corazones el pecho. Había plantado una semilla, cerca de la misma ventana, semilla que brotaría mientras ella estuviera en la parte verde de su pecho. Así, permanecería viva en la roja durante su ausencia. Era difícil marchar, tanto como regresar. Los corazones divididos bailan a compás de un piano desorientado en disfonías que, Marián, sabía afinar y entonar, de la única manera que

FILTROS

FILTROS AMOR HERIDAS  Acomodada en el viejo sofá de campo, con las uñas llenas de tierra y las rodillas astilladas, espero paciente bajo el tic tac del reloj, que esta lágrima desnuda baje, se pierda limpiando el sudor de mis arrugas, caiga y cultive la flor que ha de sanar la vieja cicatriz. Quién elige los filtros que ponemos a nuestros ojos y quién los que ponemos a nuestras expectativas. «Hasta la muñeca de amor y hasta el hombro de dinero, cariño» … Viene desde las abuelas o viene desde la primera herida… ¿Pueden las heridas, las incisivas que se reabren una y otra vez, amortizarse en una vida adaptada a ellas? ¿Son las que, a su vez, nos hacen ser lo fuerte que somos? ¿Es posible que sea tan profunda que tu mundo se cierre a una sola idea, colocada en el fondo de ella, y cada paso que plantes, sea destinado a subsanarla? Los filtros de la felicidad, así como los de la tristeza son los filtros que tú mismo has creado, pacientemente, decididamente. Los encajes cosidos al yelmo, los