Ir al contenido principal

Entre tú y mi reflejo

 

Entre tú y mi reflejo



A medida que la edad avanza, deberíamos ser más tolerantes ya que a su vez, somos personas con mayor experiencia y, debido también a nuestros propios errores, podemos ser capaces de entender y aceptar algo más a los demás, a menos que, claro, seamos demasiado soberbios.

Pero si fuéramos nobles, si fuéramos capaces de llegar a ese punto de madurez donde conciliar que la forma de ser de los otros puede ser distinta a la nuestra y, a su vez, tolerarlo y respetarlo, dónde está el punto entre comprensión o tolerancia, y justificación o autoengaño.

Resulta que el amor puede hacerte libre; y pongo un ejemplo: en mis peores momentos vitales, lo único que me ha sacado de ellos ha sido el amor propio y el amor a mis familiares.

Pero también puede llegar a angustiarte en ese sentido, pues ¿acaso justificamos a los demás para excusar nuestros inasumibles errores?

¿Excusamos la desobediencia de un hijo porque está en una edad complicada o asumimos que hemos sido demasiado permisivos? ¿Excusamos el carácter de un hermano o comprendemos que le hemos estado haciendo la puñeta, a su entender? ¿Comprendemos a nuestra pareja y la aceptamos o ponemos excusas porque su punto de vista es diferente al nuestro y eso no nos encaja?

Muchas veces esta capacidad de comprensión la tienen más los niños, libres de persuasiones de la edad, que los propios adultos, reflejados en el resto.

Confío en que las personas (hombres o mujeres prudentes y formales, según la RAE), tendemos a mejorar e incluso a superar nuestros errores además de aprender de ellos. Por tanto, tarde o temprano, ¿lograremos pasar de la justificación del error propio visto en los demás, a la sumisión de los mismos para la tolerancia y ayuda al otro?

Léase “Las leyes del espejo”, de Yoshinori Noguchi.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Pasiones

PASIONES TANGO FUERZA   “La primera vez que te vi hice un pacto conmigo mismo:  evitaré amarte hasta que no hayas aprendido a amarte a ti misma” Alicia en el país de las maravillas. Las palabras nos sugieren emociones y cuando esas palabras se convierten en acciones, y las emociones nos hacen vibrar, se traduce en pasión. Concentrada la mente, embriagada el alma… El mayor de los gestos por amor, por egoísmo, por ilusión o por rabia, puesto con la máxima intención, lleno de fuerza y de coraje, se escribe con P de pasión. Cuando hablo con adolescentes me refieren nombres de chicos y chicas. A medida que las edades avanzan, comienzan a referir cualquier tipo de cosa que les haga vibrar individualmente; deportes de aventura, artes de cualquier índole, viajes… Y es que la pasión por VIVIR es algo intrínseco. Cierto es que, rodearte de personas motivadoras, potencia aún más la actitud, pero la dosis que mayormente alimenta a la pasión es el amor por aquello que te ilusiona, que te reta, que

Los corazones divididos

CORAZONES SEPARACIÓN ADIÓS MUNDO    En las tardes de Marián, los diablillos jugueteaban por el aire, haciendo bucles imposibles y regodeándose de su escandalosa libertad. Marián los seguía con la mirada mientras su mente se había perdido buscando el porqué del olor del viento. En aquel lugar, entre la playa y el pueblo, la nariz agudizaba su ingenio descubriendo sutiles pinos de mar y el dulce chocolate que nadie entendía de dónde venía. Y mientras, sus dedos al sur, a través de la ventana, señalaban un horizonte verdiblanco imposible, al lado opuesto mezclaba rojos y azules, rellenando de cruces y corazones el pecho. Había plantado una semilla, cerca de la misma ventana, semilla que brotaría mientras ella estuviera en la parte verde de su pecho. Así, permanecería viva en la roja durante su ausencia. Era difícil marchar, tanto como regresar. Los corazones divididos bailan a compás de un piano desorientado en disfonías que, Marián, sabía afinar y entonar, de la única manera que

DE LO PERMANENTE Y LO TRANSITORIO

DE LO PERMANENTE Y LO TRANSITORIO  EL INFINITO PERMANENCIA LO IMPORTANTE DE LA VIDA Ayer, viendo un documental sobre la historia de Grecia pensé en la permanencia. Y se me ocurrió el juego de hacer preguntas al respecto. Algunos ante ¿qué piensas cuando te digo permanencia? responden con el nombre de una compañía de teléfono, hablan de tatuajes, de la primera división de fútbol, de perseverar en una actitud o punto de vista y, por último, incluso mi propio hijo me decía la información de la RAE: duración firme, constancia, perseverancia, estabilidad, inmutabilidad. Una mente científica, incluso una nihilista, te diría que nada permanece, que todo cambia, que no hay una eternidad para nada. Que lo único que permanece es la energía y que, incluso esta, tiene una durabilidad. Por tanto nada permanece. Una mente sencillamente humana que busca, como la mía, y que está abierta a aprender, quiere centrarse en cosas más concretas como una simple discusión de pareja. Una pareja que se quiera y